Lean (en español “esbelto”) es una filosofía que se enfoca en generar valor, definiendo el mismo desde la perspectiva del cliente. Para lograrlo, se focaliza en la eliminación sistemática del desperdicio (Waste) y en buscar la mejora continua. Cuando estos elementos se aplican a cada nivel de la organización de forma constante, hablamos de organización con cultura Lean.
Según donde se implemente Lean, las categorías de desperdicio (Waste) pueden variar: no es lo mismo su implementación en el piso de planta de una industria manufacturera, que en un área de desarrollo de producto o de construcción de Software. Sin embargo, en todas las implementaciones, las características del desperdicio son similares: no aporta valor y su supresión vuelve más eficiente el proceso.
Los principios de la gestión Lean pueden ser resumidos en 4 puntos:
- Procesos “Pull” (tirar): Con procesos pull nos referimos a procesos que son arrastrados por la demanda. Por ejemplo, en una cafetería, pull significaría hacer un café cuando un cliente lo pide. En tanto que Push (empujar) significa que tengo preparados los cafés a la espera de que entren los clientes y los tomen. En este ejemplo se ve como claramente el café tendrá más valor para el cliente si es realizado con el modelo pull. De otra manera, estará tomando el café frío.
- Flujo de un ítem: En lugar de estar trabajando el equipo en varias actividades de forma individual, y luego integrarlas, el esfuerzo se trata de realizar en forma concurrente. Esto incrementa la velocidad en que el cliente recibe su producto. El ejemplo clásico es la línea de montaje automotriz, donde un vehículo va avanzando por la línea y, en cada etapa, se van sumando las partes que lo componen, hasta completar la totalidad del vehículo.
- Ritmo (Takt): Ritmo es uno de los elementos más difíciles de obtener en el enfoque Lean. Significa que todos los integrantes del equipo ajustan la velocidad con que trabajan para lograr un flujo continuo, balancear la capacidad, y responder con flexibilidad, sin tener esperas o acumulación de desperdicio.
- Cero defectos: En el sistema Lean se trata de eliminar sistemáticamente los defectos, no habilitando a un ítem a avanzar en el proceso si su calidad no es aceptable. En caso de encontrar un defecto, el mismo debe ser solucionado antes de que el elemento continúe avanzando. De esa manera, los clientes siempre reciben productos correctos y con la calidad esperada.
Como aspectos culturales, podemos decir que Lean fomenta el respeto por los individuos, el trabajo en equipo, la seguridad y calidad en el trabajo.
La combinación de estos elementos con el espíritu de mejora continua, lleva a que los equipos de trabajo y las compañías vayan mejorando sus resultados en términos monetarios, de calidad y en cantidad de clientes.
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